Hay días en que todo es negro. Todo se vuelve una gran X que te bloquea el paso.
No sientas esto, no digas esto otro, no pienses así, no te persigas, no creas cosas que no son.
No creas cosas que no son ¿si las siento como las siento es un error? ¿tengo que entender las cosas como otros quieren que las entienda? ¿tengo que negarme a lo que creo que siento que creo que no debería sentir?
Y me dan ganas de escapar, de no depender tanto, de ser lo suficientemente hueona como para poder pasar cosas por alto. O ser lo suficientemente fría para que nada me importe, para que nada de lo que vea, oiga o sienta sea determinante en mi humor ... sólo seguir adelante.
Sí, es fría la palabra, sería feliz una perfecta Daria. Y si bien hay millones de cosas que no me importan, las que me importan son demasiado intensas, debe ser para mantener el equilibrio porque si hay cosas que no me interesan, las que sí me interesan me interesan mucho.
Cómo hacer un cambio, en todo ámbito de cosas, cómo salir de aquí, de esto, que con el pasar de los segundos, minutos, horas y días se va pudriendo cada vez más. Como hacer para que lo que me hiere no me hiera y seguir con el juego como debe ser: sucio, deshonesto y absorvente.
Cómo salir del juego si al final de cuentas necesito estar en él para no caer nuevamente. Cómo soportar que mi oponente, sin haber hecho casi nada, gane todas las partidas.
Cómo hacer para ser otra persona, para ponerme en el lugar de ella y ganar.
¿Se trata de ganar? A veces sí, otras veces me da lo mismo.
Y una vez más me siento presa en mi misma, no puedo arrancar de lo que siento, aun si trate. Los pensamientos llenan mi cabeza y no puedo dejar de oírlos, me persiguen, aparecen en mis sueños ... en todo lo que hago, aunque no haga nada.
No sé lo que quiero ni lo que necesito, nunca sé eso y si lo supiera sería otra persona y a veces no me parece una mala idea. Perder todo lo que soy, que no es ni mucho ni muy valioso y cambiarme por otra persona, alguien que sí se ajuste a lo que a veces quiero: alguien que no sienta nada, que no le importe nada, vivir en un mundo de Hello Kitty, donde pensar no existe, todos tienen lo que quieren, nadie lucha ni trata de luchar por nada porque todo está al alcance de la mano.
Odio ser tan poco directa a veces, o por lo menos con lo que considero importante en mi vida. No digo lo que siento ni lo que pienso por miedo a perder más de lo ya no tengo. Me da vergüenza, no me siento con el derecho a exigir nada, aunque el daño sea muy profundo.
Y me siento como agarrada para el hueveo, cogible pero no querible, útil pero desechable. Pero también sé que cuando acepté formar parte del juego esto estaba incluído ... pero soy un ser humano, y los seres humanos siempre querrán cambiar las reglas en propio favor.
No sientas esto, no digas esto otro, no pienses así, no te persigas, no creas cosas que no son.
No creas cosas que no son ¿si las siento como las siento es un error? ¿tengo que entender las cosas como otros quieren que las entienda? ¿tengo que negarme a lo que creo que siento que creo que no debería sentir?
Y me dan ganas de escapar, de no depender tanto, de ser lo suficientemente hueona como para poder pasar cosas por alto. O ser lo suficientemente fría para que nada me importe, para que nada de lo que vea, oiga o sienta sea determinante en mi humor ... sólo seguir adelante.
Sí, es fría la palabra, sería feliz una perfecta Daria. Y si bien hay millones de cosas que no me importan, las que me importan son demasiado intensas, debe ser para mantener el equilibrio porque si hay cosas que no me interesan, las que sí me interesan me interesan mucho.
Cómo hacer un cambio, en todo ámbito de cosas, cómo salir de aquí, de esto, que con el pasar de los segundos, minutos, horas y días se va pudriendo cada vez más. Como hacer para que lo que me hiere no me hiera y seguir con el juego como debe ser: sucio, deshonesto y absorvente.
Cómo salir del juego si al final de cuentas necesito estar en él para no caer nuevamente. Cómo soportar que mi oponente, sin haber hecho casi nada, gane todas las partidas.
Cómo hacer para ser otra persona, para ponerme en el lugar de ella y ganar.
¿Se trata de ganar? A veces sí, otras veces me da lo mismo.
Y una vez más me siento presa en mi misma, no puedo arrancar de lo que siento, aun si trate. Los pensamientos llenan mi cabeza y no puedo dejar de oírlos, me persiguen, aparecen en mis sueños ... en todo lo que hago, aunque no haga nada.
No sé lo que quiero ni lo que necesito, nunca sé eso y si lo supiera sería otra persona y a veces no me parece una mala idea. Perder todo lo que soy, que no es ni mucho ni muy valioso y cambiarme por otra persona, alguien que sí se ajuste a lo que a veces quiero: alguien que no sienta nada, que no le importe nada, vivir en un mundo de Hello Kitty, donde pensar no existe, todos tienen lo que quieren, nadie lucha ni trata de luchar por nada porque todo está al alcance de la mano.
Odio ser tan poco directa a veces, o por lo menos con lo que considero importante en mi vida. No digo lo que siento ni lo que pienso por miedo a perder más de lo ya no tengo. Me da vergüenza, no me siento con el derecho a exigir nada, aunque el daño sea muy profundo.
Y me siento como agarrada para el hueveo, cogible pero no querible, útil pero desechable. Pero también sé que cuando acepté formar parte del juego esto estaba incluído ... pero soy un ser humano, y los seres humanos siempre querrán cambiar las reglas en propio favor.
I know someday you'll have a beautiful life
I know you'll be the sun
In somebody else's sky ... not mine.
Si solamente tuviera la confianza en mi misma, si tuviera la fuerza para hacerlo, no me dolería tanto y sabría que no me dolería más si lo hiciera ... el problema es que me duele y que estoy segura de que se me caería el mundo, como sucedió una vez.
No puedo, sencillamente no puedo, no soy capaz.
I did need you...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario